Sin químicos ni conservantes ¡Jardines ecológicos!

Irene M.Tutor Irene M.Tutor
Garden for bees., Cherry Mills Garden Design Cherry Mills Garden Design Country style garden
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Los jardines mejoran nuestra calidad de vida, la frescura de la vegetación y el aire limpio son algunas de las razones por las que nos decidimos a crear este entorno en nuestro hogar, incluso cuando apenas contamos con espacio suficiente. 

Además cultivar el jardín conlleva una satisfacción personal, cuidándolo en las distintas estaciones del año y viendo como va dando sus frutos. Por eso a la hora de escoger los productos para nuestro jardín queremos lo mejor y esto implica optar por productos naturales, completamente orgánicos, que no contenga ningún componente químico. 

Viendo la amplia oferta de abonos y fertilizantes que hay en el mercado, esto puede suponer un auténtico reto, pero lo cierto es que con unas nociones básicas puedes disfrutar de un maravilloso jardín libre de tóxicos y en las mejores condiciones. Te damos las claves. 

Primer paso, respeta las líneas del entorno

Nuestra primera tarea para cultivar un precioso jardín ecológico será diseñar el lugar donde vamos a instalarlo y para eso, primero hay que tener en cuenta varios factores como la orientación del sol, los vientos dominantes, recursos naturales para el riego,…  En este precioso jardín de Jaap Sterk Hoveniers, se ha optado por incluir un pequeño estanque que aporta un punto de frescura al entorno.

Una vez decidida la ubicación llega el momento de decidir qué variedades y especies queremos cultivar y cuál será el formato. En el diseño del jardín podemos incluir zonas de parterres, donde dejar descansar la tierra y así regenerarla regularmente, así como utilizar macetas de todo tipo y tamaño o jardineras, en cuanto a gustos no hay normas escritas. Si tenemos suficiente espacio podemos sembrar algún que otro arbusto o incluso árboles y dejar un espacio para un pequeño huerto de verduras y hortalizas.

Fomenta la biodiversidad

Si tienes un jardín, hacer un estanque es una estupenda manera de fomentar la biodiversidad. La naturaleza tiene su propio ritmo y sus ciclos naturales, incluir un pequeño estanque en nuestro jardín implica que poco a poco la naturaleza se hará abriendo paso y distintos insectos, aves y anfibios, comenzarán a poblar esta zona ayudando a mantener nuestro jardín en las mejores condiciones. 

Además, estos beneficios nos facilitará considerablemente el trabajo a la hora de luchar contra las diferentes plagas que a lo largo de la época de cultivo pueden atacar nuestro jardín. Se trata de tomar una medida de protección completamente natural y dejar que la vida siga su curso. 

De hecho esta es una de las razones por las cuales cada vez más gente se apunta a la tendencia de las piscinas naturales, en las que el propio ecosistema de plantas y seres vivos se encarga de nutrir el suelo y de limpiar el agua. Deja que la naturaleza haga parte del trabajo por ti.

Emplea fertilizantes naturales

Nutrir y fertilizar nuestro jardín es un proceso muy importante para la correcta regeneración de las propiedades del sustrato y tenemos que llevarla a cabo al menos una vez al año. Sin embargo existen diferentes formas de llevar a cabo esta tarea y una de ellas es recurriendo a productos completamente naturales evitando las sustancias químicas que pueden llegar a contaminar nuestro suelo. 

Para que la fertilización sea orgánica es importante no aplicar sobre la tierra ningún tipo de producto químico y así tener una producción completamente ecológica. Además tienen resultados muy beneficiosos en este ya que crean las condiciones necesarias para que el suelo sane aumentando la acción de los hongos y bacterias que alimentan a las plantas. Asimismo, los abonos orgánicos son muy ricos en micronutrientes, ademas de poseer macronutrientes y ayuda a conservarlos por más tiempo.

Lucha contra las plagas

Los productos que encontramos habitualmente en el mercado contienen multitud de componentes tóxicos que pueden filtrarse al suelo y llegar a contaminar recursos acuíferos. Entonces, ¿qué hacemos contra las plagas?

El primer paso para evitar plagas es la prevención, mantener las plantas fuertes y en buenas condiciones disminuye el riesgo, aunque podemos contar con la ayuda de plantas que actúan como repelentes naturales de insectos potencialmente peligrosos, es el caso del romero, el tomillo, la lavanda o la manzanilla.

Una ayuda extra nunca viene mal, y los depredadores naturales de estos insectos que provocan las plagas pueden ser tus mayores aliados en el reto de mantener tu jardín sano y salvo. Estos fantásticos aliados son las aves insectívoras, lagartijas, arañas, mariquitas, ciempiés e incluso los sapos. Para conseguir que se asienten en tu jardín puedes instalar algunos elementos atractivos como; cajas nido, comederos, pequeños montones de piedras, puntos de agua… y sembrar una gran variedad de flores y arbustos.

Si por desgracia tu jardín termina cediendo ante alguna plaga, es conveniente eliminar las plantas infectadas o las partes afectadas y quemarlas.

Apúntate a los abonos orgánicos

Si nunca antes habías escuchado esta palabra, quédate con ella… compost. Será tu única preocupación a partir de ahora. Se trata de un abono orgánico, 100% natural, resultado de la degradación controlada de materia orgánica, como los restos vegetales de jardín y de cocina, heces de animales herbívoros y desechos orgánicos del que se obtiene una tierra  rica en nutrientes, tras sufrir un largo proceso de descomposición.

Se trata de una medida muy útil y eficiente completamente respetuosa con el medio ambiente, pues consigue reducir el volumen de deshechos que va a los vertederos.

Podemos producir nuestro propio compost en nuestro jardín, solo necesitamos un amplio recipiente cerrado que sirva de compostera y paciencia. Existen muchas maneras de hacer compost pero la más utilizada consiste en acumular en nuestra compostera toda la materia orgánica y desechos que podamos.

Para tener un buen compost este proceso necesita de oxígeno para que los microorganismos que llevan a cabo esta descomposición puedan vivir. Así que mientras más oxígeno aportemos, más microorganismos vivirán y antes tendremos nuestro abono orgánico.

Recurre a especies locales

Otra forma de potenciar la acción de la naturaleza en tu jardín ecológico sin necesidad de tener que recurrir a productos aditivos es optar por utilizar especies de plantas autóctonas, puesto que están más adaptadas a las condiciones del entorno y son más resistentes a las plagas. 

Antes de escoger una variedad, por muy atractiva que nos resulte su flor, tenemos que tener en cuenta cuáles son las mejores condiciones ambientales para esa especia y si puede desarrollarse adecuadamente en nuestro jardín teniendo en cuenta la temperatura, humedad, composición del suelo,…

Si compra las plantas en viveros locales te asegurarás su buen estado y que se hayan desarrollado en unas condiciones similares, de esta manera estarán bien aclimatadas desde el principio. Evita las especies exóticas o modificadas y planta una gran variedad, de esta manera reducirás el riesgo de plagas.

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