En este libro de ideas les mostramos el efecto iluminador que el color blanco y el uso de la madera trasladan al living.
El living cumple múltiples funciones en la vida moderna. Dejó de ser un espacio netamente social para convertirse en un ambiente que disfrutamos o utilizamos a solas. Todos queremos tener un living que sea invitador y acogedor, pero al mismo tiempo quisiéramos que tuviera algo que impresione un poco, que deje huella. La luminosidad es importante y el color blanco es el lienzo perfecto para crear, mientras que la madera aporta esa calidez que queremos transmitir y que hará que nosotros y nuestras visitas tengamos ganas de volver. El efecto del blanco y la madera claramente se potenciará con buena luz natural o una iluminación ingeniosa. Las distintas tonalidades de la madera también juegan un papel, ya que pueden tender a tonos más fríos, casi grises, tener un barniz más oscuro o presentar una tonalidad más ambarina. Sea cual sea la elección de la madera, el blanco siempre la complementa.
Podemos mantenernos en un juego de colores neutros o podemos agregar toques de color aquí y allá. La madera y el blanco dan para todo, casan con casi cualquier estilo, época o paleta. La mejor parte es que nos permite reinventar el living cada tanto sin grandes cambios y si nos sentimos apegados a nuestras cosas y rutinas, es una combinación que difícilmente llegará a cansarnos.
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En la imagen nos decidimos a mostrar un living en el que la madera se utilizará en el piso, sirviendo de base a un espacio límpido donde el blanco se repite hasta hacernos pensar que estamos dentro de un sueño. Las escaleras son en gran parte las responsables de la cualidad onírica de este ambiente, pero la elección del color no es casual.
El blanco se repite en los muebles, las paredes y hasta en las cortinas, mientras que unos toques oscuros resultado del uso del wengué aportan equilibrio. La tonalidad de la madera es fría y busca complementarse con el espacio más que resaltar, insinuando vetas tenues. La alfombra gruesa en un tono intermedio entre el blanco hielo de los muebles y el color de la madera aporta un poco de calor.
Algunos de nosotros sabemos por experiencia, el reto que significa elegir sillones o sofás blancos para el living. Son delicadísimos y se ensucian tan fácilmente que es un milagro que sigan siendo tam populares. Después de tener uno seguramente nos prometimos a nosotros mismos que fue la última vez y estamos convencidos de que así será hasta que vemos otro sillón o sofá blanco y todas nuestras convicciones se escapan por la ventana. Y es que siempre se ven espléndidos, no hay nada que hacer.
Muebles de madera que armonicen con el piso son otra apuesta segura y si queremos mantenernos dentro de la paleta neutral, grises claros y beiges son la elección más segura. No olvidemos agregar alguna pieza espectacular como la lámpara de la imagen para darle ese factor fabuloso a nuestro living.
Este es un trabajo conjunto de los profesionales: Sebastián Bogado en interiorismo y decoración, Estudio de Arquitectura Blos y Hendrickx en muebles y equipamiento.
Cuando tenemos la suerte de tener luz natural en cualquier espacio, el mandato es aprovecharla y darle el protagonismo que se merece. También es cierto que una linda vista hará de nuestro living algo especial, aunque el diseño se mantenga dentro de los límites más convencionales. Ahora, si no tenemos la suerte de contar ni con luz natural, ni con vista desde las ventanas, el uso de la madera y el color blanco serán nuestros aliados a la hora de crear un espacio luminoso.
Muebles en tonalidades neutras y livianas, níveas paredes y pisos en maderas claras complementarán la iluminación artificial que puede hacer maravillas, si se diseña de manera ingeniosa.
La decoración en blanco y madera es esencialmente flexible, funciona con todo. Así que una decisión que no será fácil será la paleta a utilizar en el living. Los colores pueden ser vivos o no, ya dependerán de nuestro gusto personal o la emoción que queramos que transmita el ambiente.
Unos cuantos tonos pasteles siempre quedarán lindísimos al combinarlos con blanco y madera y transmiten una sensación alegre y al mismo tiempo reposada. Los colores vivos vibran y son ideales para acentuar caprichosamente el living, mientras que una combinación de todos neutros transmite paz de forma instantánea.
Usar varios tipos de maderas, cuyos tratamientos y tonalidades sean distintos aporta mucha riqueza a los espacios. Es una forma de crear un conjunto variado que no será abrumador si lo mantenemos dentro de una paleta neutra con tonos claros y luminosos.
En la imagen notamos el acento en las texturas empezando desde el piso , pasando por la mesa rústica, la chimenea de piedra, los muebles, las lámparas y el techo de madera. Los tonos grises y topo complementan las distintas texturas enlazando todo el conjunto.
Hay elementos usados en la construcción que además de ser indispensables son también muy atractivos. Este es el caso de las vigas y el uso de ladrillos que podemos ver en la foto. La lámpara nos llama la atención obligándonos a levantar la vista y apreciar los delicados ángulos geométricos de las vigas, mientras que el color blanco refleja la luz natural que se cuela por las ventanas. El techo de madera pintada y el tabique en blanco desvaido contribuyen a que el ambiente se vea inmaculado. Las tonalidades se mantienen en los muebles, mientras que la alfombra, la mesa y los accesorios aportan calidez. La madera sin tratar en la chimenea la da un toque rústico al ambiente que lo enriquece. Otro fantástico acierto de Blos Arquitectos.
Los materiales, los muebles, el equilibrio de los colores, el juego de superficies y el énfasis en los elementos de la construcción, son sólo algunos de los aspectos a tener en cuenta cuando decoramos el living con blanco y madera. La versatilidad de esta combinación brinda infinitas posibilidades, así que animémonos a jugar.