Lavaplatos vs. fregar a mano

Posiblemente de todas las cuestiones que se pueden plantear en este particular duelo entre los beneficios del lavavajillas y el fregadero, sea en esta en la que más claramente vence el lavaplatos. Sobre todo con los electrodomésticos más recientes y de última generación que hay en las cocinas más modernas. Con estas nuevas tecnologías se ha buscado precisamente eso, que el consumo de agua sea el mínimo posible, llegando a haber a algunos que aseguran que hacen cada uno de sus lavados con menos de 7 litros, aunque no lo parezca ya que durante todo su programa estamos escuchando agua, sin embargo es la misma que se aprovecha una y otra vez. 

Nadie duda que si un fabricante nos da ese dato sobre el consumo de agua de su aparato, tiene que ser cierto. Pero también hay que decir que a nosotros, los usuarios, cada lavado nos va a suponer más agua, ya que no hay que olvidar que es muy recomendable darle antes a todos los objetos un pequeño paso bajo el grifo para quitarle la suciedad más obvia.

En esta pregunta, ya empiezan a ser posibles dos respuestas y los dependes.  Por regla general, fregar a mano los platos, cubiertos, vasos, etc, nos cuesta a nosotros menos que al lavavajillas. O sea, no ahorraríamos tiempo con el electrodoméstico. Pero también es verdad, que nuestro lavavajillas no se llena con una única comida y se va llenando a lo largo del día. Así que vamos a suponer que lo llenamos con el desayuno, comida y cena. La verdad es que seguiría costándonos menos tiempo fregar a mano toda esa vajilla que el tiempo que invierte el aparato.

Por otro lado el llenado del lavaplatos y la preparación de la vajilla es un proceso muy rápido, aunque luego pueda estar más de hora y media en marcha el aparato. Un tiempo en el que nosotros no intervenimos para nada, así que desde este punto de vista si que se podría decir que ahorramos tiempo con el lavavajillas.

Esta pregunta también tiene una respuesta muy clara. Rotundamente, un lavavajillas desinfecta mucho más y mejor que nuestros fregados manuales. Pero aquí lanzamos otra pregunta ¿Nos es necesario semejante grado de higiene? Para el consumo casero ciertamente no. Incluso podríamos decir que si pudieramos bajar la intensidad de nuestro lavavajillas, seguramente en la gran mayoría de días lo programaríamos para que no fuera tan potente. Porque lo cierto es que ese potencia limpiadora, a larga también puede ser perjudicial para nuestro menaje, ya que acaba comiéndose los colores de la loza o blanqueando los cristales transparentes o bajando el brillo del acero inoxidable.

El lavavajillas es una máquina, con unos programas específicos que siempre se deberían desarrollar de la misma manera y proporcionar resultados semejantes. Es decir, si tu lavavajillas de pronto empieza a no limpiar bien, en vez de preguntarte porqué hace eso, pregúntate dónde está el filtro del aparato. 

Sí, el lavaplatos es un máquina, además de uso diario, así que requiere un mantenimiento regular para que nos dure más tiempo y haga su labor en las condiciones idóneas. Ese mantenimiento es tan sencillo como limpiar el filtro regularmente.

Aproximadamente, una vez al mes se saca el filtro, y se limpia en profundidad, tanto con un detergente lavavajillas, o si prefieres ser más ecológico, lo puedes hacer con agua y vinagre blanco. Simplemente con eso, lo normal es que tu electrodoméstico vuelva a limpiar bien.

Las cucharas, tenedores y cuchillos, o sea los cubiertos, quedan perfectamente limpios tras su paso por el lavavajillas. Sin embargo, tal vez sean los elementos que dan para más manías por parte del usuario. Por esa razón, los fabricantes de este tipo de electrodomésticos han ido incorporando distintos accesorios, en forma de cestas o bandejas para que las posibilidades en cuanto a su colocación sean muchas.

Hoy en día, tanto los cubiertos, como cucharones, pinzas u otros enseres de acero inoxidable de la cocina pueden introducirse en los lavavajillas en posición horizontal o vertical, y con la punta hacia arriba o hacia abajo. Como se desee, y siempre saldrán limpios.

Los modelos de lavavajillas recién salidos al mercado son extraordinariamente silenciosos, sin embargo todos aquellos que ya tiene un tiempo, lo normal es que hagan ruido, sobre todo en ciertas fases de su programa.

O sea, que la pregunta sobre si hacemos más ruido nosotros fregando o el lavavajillas, tendría que ser respondida caso por caso. Vamos a avanzar, que el ruido de un lavavajillas, siempre está muy lejos del que emite una lavadora en su fase de centrifugado, no hace falta ser un experto en electrodomésticos para saber esto. 

Pero si seguís con la duda, os recomendamos una prueba. Poneros a fregar en la cocina y tened la tele encendida o la radio. Comprobad como oís el aparato. Y otro día, haced lo mismo con el lavavajillas en marcha. No hay otra forma de responder a esta pregunta, que haciendo este tipo de pruebas empíricas.