¡85 m² perfectamente aprovechados!

Marisa Alcore Marisa Alcore
Una Stanza in più, Architetto Alberto Colella Architetto Alberto Colella Modern kitchen
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A lo largo de los años nuestras necesidades varían, y nuestras viviendas, difícilmente adaptables a los cambios, se quedan grandes o requieren ganar más espacio. Es en estos momentos cuando la opción de trasladar nuestro hogar a una nueva casa o a un apartamento diferente comienza a perturbar la tranquilidad de muchos, quienes prefieren no correr esa aventura. La solución, entonces, es sinónimo de reforma y nos permite sacar más partido y alargar la vida útil de nuestros inmuebles, mejorando su distribución, su materialidad y sus acabados. Solo necesitamos dar con el profesional apropiado, en cuyas manos depositar el futuro de nuestra casa y, consecuentemente, la solución a nuestros problemas. 

Este es precisamente el caso del piso italiano que presentamos hoy en este libro de ideas. Antes de la reforma, su distribución no conseguía sacar el máximo partido a sus 85 metros cuadrados de superficie. La intervención de arquitecto Alberto Colella consiguió un programa más completo y una organización más inteligente. Lo recorremos a través de la siguiente selección de imágenes. 

¡Luces!

Antes de la reforma, la superficie de este apartamento estaba organizada en un programa bastante limitado. Las necesidades de los propietarios cambiaron, y necesitaron añadir un dormitorio adicional e independiente a su zona de noche. Era necesario un cambio de distribución y, sobre todo, de planteamiento, buscando un diseño acorde a las nuevas circunstancias de la familia, sin caer en soluciones de mala calidad espacial o falta de comodidad. Para ello, se plantearon nuevos sistemas, como os adelantamos a través de esta fotografía. 

La antigua distribución

Antes de que el arquitecto Colella tomara cartas en el asunto, el apartamento contaba con la siguiente organización: una zona de día amplia, que concentraba los usos de salón y comedor. En posición central, este espacio se concebía como el corazón de la casa, a partir del cual se distribuían el resto de estancias y usos: la cocina y los dos dormitorios. Esta división no conseguía aprovechar las condiciones ni orientaciones del piso, pero tampoco perdía metros cuadrados en espacios de circulación, como corredores. El objetivo estaba claro: mantener la filosofía, buscando habitaciones de proporciones más ajustadas, y liberar los metros cuadrados suficientes para configurar un dormitorio adicional. 

Un plan de distribución nuevo

Se derribaron las antiguas particiones, y el arquitecto comenzó a encajar nuevas piezas en un tablero en blanco. Estudió las distintas posibilidades y, finalmente, este fue su diseño definitivo. La zona de día engloba ahora todos los usos de carácter público con salón, cocina y comedor, y junto a la terraza menor configuran el cuadrante izquierda del plano. A su derecha, respetando su posición inicial, el dormitorio principal junto a un cuarto de baño, con una geometría más sencilla y de mejor aprovechamiento. En la banda inferior encontramos los dos dormitorios restantes y el cuarto de baño que los complementa, iluminados a través de la terraza alargada. 

La zona de día

Buscando la máxima funcionalidad y fluidez y la mínima pérdida de metros cuadrados, se apostó por un sistema de usos compartidos en la zona de día. El mismo espacio en foma de L configura la entrada a la casa, el salón, el comedor y la cocina. Son las piezas de mobiliario y el sistema de iluminación los encargados de organizar este espacio, en donde el pavimento y las tonalidades apuestan por la continuidad. 

La cocina

La cocina es el único uso de la zona de día que puede independizarse del resto del espacio mediante dos puertas de vidrio. Esta partición ligera fue instalada con la finalidad de evitar la transmisión de olores y ruido. Su materialidad transparente, sin embargo, permite que visualmente esté siempre conectada, permitiendo que la luz fluya y se transmita sin interrupciones. 

Su geometría marcó una organización de tipo perimetral, donde se integraron los distintos usos junto al almacenamiento. Los acabados blancos y brillantes ganan amplitud y luminosidad. 

El salón-comedor

En el resto de la zona de día se diseñaron el salón y el comedor. Este último se situó entre ambos, actuando de nexo de unión. De espaldas a este, el salón se configura mediante una gran pieza alargada de almacenamiento en la que se apoya el sofá. En el muro opuesto, la televisión y una sencilla estantería donde se concentró la decoración. El blanco y el negro son las dos tonalidades predominantes en contraste con la cálida madera.

La zona de estar queda entonces iluminada de manera lateral por la luz que penetra desde la terraza.

El nuevo dormitorio

La familia había crecido y el nuevo dormitorio incorporado sería destinado a uno de los niños. Con vistas a sus futuras necesidades, se organizó con una zona de noche y otra de estudio complementaria, relacionada con la terraza que lo comunica con la otra habitación infantil. Este espacio exterior protegido se convierte entonces en una posible zona de juegos, de estudio o de aventuras. 

Hasta aquí el recorrido por esta reforma. Si quieres conocer más proyectos como este, te recomendamos: 

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