Situada en Itapema, Brasil, esta casa, proyecto de Diego Jobell Arquitectos, cuenta con una vistas increíbles hacia la playa. La fachada posterior las aprovecha al máximo y por medio de una serie de cristales comunica el exterior con el interior.
La zona al aire libre es grandiosa; tiene un solárium y una piscina de borde infinito. En el interior la amplitud es protagonista y no existen demasiadas barreras visuales. ¡La conocemos!
La fachada se abre en la planta alta por medio de un muro de cristal. Abajo, una celosía de madera garantiza seguridad y privacidad. Además aporta movimiento y color, gracias a la nobleza de la madera.
La contrafachada es el resultado de un juego de volúmenes vidriados. En las plantas superiores dos balcones se extienden a lo largo de la fachada. En la planta baja se crea una galería equipada con comedor y parrilla portátil. Metros más adelante se ubica el solárium y la zona de la piscina.
La piscina cuenta con un diseño de borde infinito, deck y solárium. La vista hacia la playa y el mar es maravillosa. Tanto el acabado en piso como el color neutro de las reposeras contrastan con el deck que se proyecta a un costado de la piscina.
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En el interior la luz juega un rol principal. Ilumina naturalmente los espacios haciéndolo más amplios y confortables. El color blanco en los muros magnifica esa idea. La cuota cálida recae en el piso de madera.
La escalera es de diseño moderno e incorpora materiales como madera, cristal y aluminio.
El dormitorio es sinónimo de amplitud y luminosidad. Las vistas hacia la playa se aprovechan por medio de una extensa pared vidriada. Otro acierto son las piezas de mobiliario moderno que agregan estilo y comodidad.
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En el baño los revestimientos aportan brillo y elegancia. El diseño funcional de los muebles aprovecha el espacio. Los acabados en blanco y gris crean un espacio armonioso. En el techo un tragaluz garantiza la entrada de luz natural, en tanto en la pared un espejo añade profundidad.