Claves exitosas para la distribución de los muebles

Jerónimo Moretti Jerónimo Moretti
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Alquilamos un departamento, estamos felices y ¡no vemos la hora de que sea nuestro lugar en el mundo! Queremos que haya una coherencia, que los muebles reflejen nuestros gustos y que sea un espacio armonioso que nos invite a lograr todo lo que siempre soñamos. Pero hay que estar atentos a la geometría de los ambientes para saber cómo colocar los muebles y aprovechar mejor los espacios, las paredes y generar una buena distribución. 

Con unos pocos y sencillos pasos podremos lograr una gran distribución y aprender a usar la simetría, a medir el espacio disponible en una habitación y cambiar las energías de los cuartos. El objetivo final es, en definitiva, tener un espacio confortable que nos permita movernos con libertad y, a la vez, tener espacios funcionales y atractivos.

La medición del cuarto y los muebles

Si tenemos un departamento pequeño, la preparación y el cálculo son fundamentales, por lo que debemos decidir cuánto espacio necesitamos ocupar y cuánto debemos dejar libre para tener una vivienda confortable. Además es importante que definamos qué parte de la casa va a tener mayor importancia. 

La zona dominante la podemos definir por varios criterios: por cantidad de metros cuadrados, por la importancia en la decoración o por la cantidad de comodidades que le asignemos. Es, como todo, una cuestión de gustos.

Debemos medir exactamente cuánto espacio tiene, por ejemplo, el living para poder decidir sobre el tamaño, la longitud y la profundidad del sillón. Lo mismo con el resto de los muebles de la habitación: si no sabemos cuáles son las medidas del ambiente, difícilmente podamos calcular cuáles debemos poner y en qué lugar

¡No olvidemos la triangulación!

Lo central a la hora de pensar la distribución de los muebles en una habitación es pensar adónde está el centro del cuarto. Para poder saberlo debemos calcular la disposición y, a la vez, la cantidad de metros cuadrados de la habitación. Una vez definido el centro, los muebles se pueden acomodar en relación a ese punto. 

La mejor manera de recordar ese punto es con la instalación de una luz en el centro ya que nos ayudará a acomodar los muebles y, a la vez, arrojará luz uniforme sobre todo el lugar. Con este detalle lograremos que todo gravite en torno a ese eje sin problema alguno y con un efecto maravilloso.

Dibujar un plano del cuarto

Para poder organizar mejor un cuarto, hay un pequeño secreto que no está muy divulgado pero que facilita todo: un plano. ¿Tan simple? ¡Sí! Con un par de líneas podremos confeccionar un dibujo que represente la forma de nuestro cuarto y nos ayude a pensar y diseñar el escenario en el cual transcurrirá nuestra vida. 

La ventaja del plano es que permite imaginar distintas distribuciones y eso nos abre a un mundo de mayores posibilidades, ya que podemos redibujar, reorganizar y reconfigurar todas las veces que creamos necesarias. La preparación, además, es clave para evitar perder tiempo precioso y ahorrarnos muchos dolores de cabeza. 

Uno de los objetivos a la hora de planificar el orden de la habitación es pensar cómo queremos que se distribuya la luz en el ambiente. Lo ideal es dejar algunos espacios como “corredores” que nos permitan circular en la habitación sin inconvenientes.

Elegir un punto focal

Un punto focal es el lugar en donde suceden la mayor parte de las actividades de la habitación: en un dormitorio es la cama, en un comedor es la mesa, en una oficina es el escritorio, etcétera. En una cocina, por ejemplo, hay dos puntos focales ya que está la cocina y, a la vez, el espacio en el que cocinamos, bajo los estantes. Estos puntos focales suelen estar uno al lado del otro, por una cuestión de comodidad a la hora de cocinar.

A la hora de trabajar alrededor de un punto focal, debemos recordar la necesidad de generar pasillos de movimiento, para que podamos continuar con nuestras actividades sin obstáculos ni objetos que bloqueen nuestro camino.

La importancia de la simetría

Desde que la humanidad tiene edificios, la simetría ha sido siempre esencial en la arquitectura y el diseño. La búsqueda del perfecto equilibrio y la posición de los objetos bajo una idea de simetría han sido algunas de las metas de muchos grandes artistas. La simetría es una hermosa manera del diseño que expresa el mismo equilibrio de un lado que del otro de una línea divisoria imaginaria. 

Para poder lograrlo, el primer paso es encontrar el punto central sobre el cual trazaremos una línea invisible para separar en dos mitades la sala y lograr, de esta manera, la formación de una simetría. El paso siguiente implica colocar los mismos objetos de un lado de la separación y del otro, pero contrario, espejadamente. 

Si tomamos como línea divisoria imaginaria la que traza una lámpara colgante, por ejemplo, debemos ubicar la misma cantidad de silla alrededor de la mesa, los mismos adornos y los mismos ajustes. Esta alternativa nos permite jugar con el grado de simetría que queremos e incluso romper la monotonía simétrica adrede, buscando algún efecto visual. Como la mayor parte de las alternativas del diseño, ¡se trata de jugar y divertirnos con la decoración!

El flujo de circulación

La distribución de los muebles y la decoración no sólo deben ser bellas, también deben ser funcionales; la casa es bastante más que su decoración o forma, debe ser, principalmente, funcional a sus objetivos. Si un cuarto lo organizamos bajo la idea de la simetría, pero no tomamos en consideración la creación de pasillos de circulación, probablemente sea un espacio que no es funcional a su uso y, por ende, no será usado y se convertirá en una zona-museo de la casa. Siempre que diseñemos la distribución de un espacio, entonces, debemos hacerlo bajo el valor principal de un hogar: que sea utilizable.

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