Actualiza la iluminación de tu cocina—7 buenos consejos

Comencemos por lo más obvio, por lo más sencillo, es decir… por plantearnos el porqué debemos mejorar la luz de nuestra cocina. Es una zona en la que la luz es fundamental a la hora de desenvolvernos. Mucho más que en otras zonas donde podemos optar por una luminosidad más tenue, más íntima, como en el dormitorio o el salón.

Hemos de tener en cuenta que en la cocina manipulamos alimentos que tenemos que ver perfectamente, manejar cuchillos y ese tipo de cosas que requieren que las veamos lo mejor posible. Además de la estética que cambia por completo cuando un espacio está bien iluminado. 

Podemos optar por sustituir una gran lámpara de techo (típica) por distintos puntos de luz repartidos en las zonas en las que más falta haga. Un buenísimo ejemplo sería esta cocina iluminada por preciosas lámparas colocadas justo donde más necesario es: sobre la isla de preparación de alimentos, en la campana extractora para ver perfectamente los fuegos, y en la zona del fregadero. 

Conseguiremos una iluminación mucho más coqueta y acogedora, además de ser una buenísima opción si sólo necesitamos luz en una zona determinada y no en toda la cocina al completo. ¿Qué te parece a ti?

Muchas veces la luz cuando la colocamos en el techo (halógenos, lámparas colgantes, etc) pierde intensidad al chocar con los muebles y no llega a donde debería, es decir, a la zona de la encimera, de los fuegos, etc. 

Por eso nos parece una opción buenísima la de colocar luz bajo los muebles, sea de la forma que sea. Si nos decantamos por esto, lograremos un gran efecto en nuestra cocina, que lucirá muchísimo más bonita y acogedora. Y no sólo eso, también mucho más cómoda y segura a la hora de manipular los alimentos, además de funcional. 

Hay muchísimas variedades de luz que se pueden colocar bajo los muebles de la cocina. Tienes la opción de comprar regletas con distintos puntos de luz que se adhieren a la base del mobiliario. Colocar una barra con bombillas que miren hacia la encimera. O la increíble opción de retroiluminar los muebles o las baldas que quedan suspendidas en la cocina. 

En esta cocina de Marina Linhares se ha optado por retroiluminar las encimeras, además de una forma continua. Un look moderno y original que a nosotros desde luego nos ha encantado. 

Otra opción dentro de la iluminación de tu cocina es la de la luz empotrada. Es ese tipo de luz que podemos encontrar dentro de los armarios, empotrada en el techo, dentro de salientes o entrantes de obra… Una forma perfecta de iluminar huecos que de otra forma no tendrían ningún tipo de luz, además de ser una manera muy coqueta de realzar todos los volúmenes y recodos, centrando la atención en ellos. 

Este tipo de complementos para la luz de nuestra cocina nos permiten decidir qué tipo de ambiente queremos: si más íntimo, más luminoso…  

Mejorar la iluminación de la cocina no significa simplemente añadir más y más luz, también puede significar contar con iluminación flexible. Muchos diseñadores dividen la iluminación de la cocina en tres categorías: iluminación general (para la de toda la estancia), iluminación por tarea (para distintas zonas específicamente) y la iluminación de acento (para la iluminación de vitrinas de cristal o huecos similares). Un regulador de intensidad sirve para los tres tipos.

¿Sabías que aproximadamente un 25% de la energía que se consume en una vivienda es a través de la iluminación? Hoy por hoy esto puede dejar de ser así si apostamos por las bombillas LED (no debemos confundirlas con las de bajo consumo). 

Una bombilla LED tiene una duración aproximada de unas 60.000 horas de uso, por lo que su elevado precio compensa muchísimo. Suelen costar unos 7/8 euros cada bombilla pero te aseguramos que vas a notar la diferencia cuando llegue la factura de la luz.