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Zapopan, uno de los 125 municipios que conforman el Estado de Jalisco, se ubica en la región central lo que le brinda tres tipos de clima: cálido subhúmedo, semicálido subhúmedo y templado subhúmedo con lluvias durante el verano. Y como se puede apreciar, dada su localización le permite tener una temperatura constante de entre los 23.5 °C y los 35 °C lo cual tiene fuerte injerencia en sus construcciones.
En este lugar de zapotes
se puede admirar FF House, una obra residencial arquitectónica de los profesionales de Hernández Silva Arquitectos, una pieza de 587 m² de construcción que nos seduce por su geometría, sus materiales y sus fugas.
Y en homify queremos compartir esta visión contigo…
Se define como voladizo a cualquier viga, travesaño u otro miembro estructural que se proyecta más allá de su miembro sustentante, y resultan un recurso muy socorrido en nuestra época en la Arquitectura. Y no es gratuito, los voladizos le roban espacio al aire y brindan a las estructuras una ligereza que, al menos inconscientemente, brinda una sensación de libertad y espacialidad.
Pero no solo eso, los voladizos crean terrazas y balcones como subproducto de su construcción y permiten, como lo vimos en el proyecto de Casa Narigua, incorporar de mejor forma el entorno en el que se emplazan los inmuebles.
Contrario a Casa Narigua, FF House no buscó la conservación de la flora dado que el terreno a construir forma parte de un fraccionamiento aplanado, sin embargo si buscó la creación de espacios, la sensación de ligereza del exterior al interior y viceversa y por supuesto la seducción geométrica.
Así, a base de tres elementos que se acomodan en una abstracción de la forma en T, se alarga uno de los brazos para crear el voladizo el cual genera dos espacios: uno a la entrada y otro al interior de la casa.
Resalta el ingreso peatonal el cual se conforma de una escalinata enmarcada por jardineras que dirigen al habitante hacia un pasillo recubierto de madera que termina en la puerta principal albergando un espejo de agua. ¿Un bello detalle? el portón se reviste de madera para mimetizarlo con la unidad logrando un muro liso y discreto sobre el que se alza el segundo nivel de la casa.
La puerta principal anexa el exterior, una especie de patio al interior mediante el deslizamiento de un ventanal de cristal.
La circulación es discreta y escriben los profesionales que cuenta con límites y fugas visuales que rematan en el espacio abierto que conforma el jardín y la alberca.
La estancia, como se aprecia en la imagen maneja la doble altura de forma generosa y el mobiliario se mantiene en lo mínimo necesario que, sin embargo hace las funciones de zonificación al abrazar el espacio en dirección a la chimenea y dibujar la circulación hacia el segundo piso; junto a una paleta de colores más bien neutra que equilibra toda la estructura.
¿Lo fascinante? Como hemos mencionado antes, el recurso de sustituir paredes por grandes ventanales siempre trae buenos efectos y resultados. De esta manera, la estancia se limita
con un ventanal que da hacia el jardín lo que permite su extensión visual y hacia el patio de ingreso por medio del estanque.
La cocina es discreta y se emplaza al lado del comedor y los servicios. Como apreciamos, se opta por modelos minimalistas en el mobiliario y la constante del blanco impoluto que solo se interrumpe por algunos detalles de color.
El comedor es amplio y abierto y, bajo la idea de una planta de amplias dimensiones se conecta y a su vez abre el espacio de la estancia y sí mismo hacia el jardín lateral, nuevamente gracias a un ventanal de piso a techo.
Cabe resaltar que la combinación de amplios planos junto con los puntos de fuga y los materiales que incluyen madera al exterior, aplanados en color ostión al interior y varios muros de concreto aparente, nos brindan una sensación de pesadez y ligereza en un juego inconsciente y visual.
¿La singularidad? Las mesas que conforman el comedor que aquí se aprecia, son una re-interpretación de la silla Eames que ya hemos reseñado en artículos pasados. Si quieres saber más sobre esta pieza y varias más de Diseño del Siglo XX, este libro de ideas es para ti.
Para acceder desde la estancia dirigidos por el mobiliario hacia el segundo piso que se privatiza de alguna manera con el uso de puertas plegadizas, encontramos una escalera de concreto sólido que se enmarca en muros escultóricos.
La iluminación es discreta pero funcional, con bulbos empotrados al piso y muros se marca la circulación que resalta en detalles de luz indirecta bajo los muros de concreto.
La planta alta se divide en cuatro espacios que sustentan las recámaras y un área común. Ligados por un pasillo que conforma una especie de galería, dirige la vista hacia la jardinera interior al incorporar cortinas de madera que previenen de visualizar las edificaciones vecinas y concentrarse en la naturaleza que rodea la construcción.
En toda la planta se utiliza piso de madera revestido en blanco que guía la vista hacia el pequeño corredor lineal del patio.
Adjunto a la recámara principal se cuenta con el baño que podemos ver en la imagen el cual cuenta con un área de tocador y jacuzzi que se vincular con las regaderas y el sanitario, y por supuesto un amplia guardarropa.
Completamente abierta, alberga una piscina y cuenta con un sistema de cortinas enrollables que le permiten cubrirse en caso de lluvia.
Resalta una barra a manera de bar volada que se extiende hasta el interior y separa la terraza por una jardinera el cuarto de máquinas y los dos baños de la alberca en un semi-sótano.
Al exterior de la casa se echa mano de la madera de Cumarú y las protagonistas: las ventanas de grandes dimensiones, se visualizan sin marco en la planta baja mientras que en la planta alta se enmarcan de aluminio esmaltado blanco y son esmeriladas para brindar privacidad.
Así, FF House es otra hermosa versión del uso de volados en la nueva arquitectura en México.
