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Cuando nos encontramos ante un apartamento recién renovado, seguro que la mayoría de nosotros no logramos imaginar cuál era el estado previo a la intervención. Los resultados son espectaculares, pero si pudiéramos comparar el antes y el después más de uno se quedaría sin habla: es sencillamente asombroso cómo un apartamento viejo y mal organizado se puede convertir en una cómoda vivienda contemporánea.
Si estáis pensando en contratar una reforma para vuestro hogar y va a ser la primera, es bueno saber que la organización y la planificación son dos elementos claves para evitar que esta experiencia se convierta en una pesadilla. Las obras en un hogar a menudo no permiten que sus residentes habiten de manera cómoda su propia casa, sobre todo cuando se trata de trabajos que afectan a los baños o cocinas. Si nos hemos decidido a hacer esos cambios que llevamos una eternidad pensando, el primer paso será ponerse en contacto con expertos específicos en este tipo de obras.
Hoy queremos animaros a todos los que habéis tomado esa decisión y a los que lo aún os lo estéis pensando y para ellos os vamos a mostrar el antes y el después de un proyecto de reforma de un apartamento de 54 metros cuadrados. La vivienda ocupa la planta baja de un edificio de los años 50 situado en la ciudad de Rapallo, en la provincia de Génova.
El proyecto tenía como fin reorganizar los espacios interiores de esta
vivienda. Para esto, se optó por demoler todas las particiones
interiores con el fin de establecer un nuevo criterio de
disposición. Esta posibilidad dio carta blanca
a
los diseñadores para crear un espacio diferente a lo que estamos
acostumbrados a ver en viviendas tradicionales. Los espacios no
empiezan y terminan, sino que fluyen y toman diferentes usos sin
necesidad de separarlos mediante tabiques. Aquí nos encontramos en
el salón-comedor-cocina. Se emplea un nuevo lenguaje formal y
compositivo que por medio de formas curvas crea movimientos dinámicos
en techo y paredes. Parece un trabajo simple, pero a
continuación vamos a recorrer las distintas etapas de la obra y nos
daremos cuenta de que no.
La eliminación de los anteriores muros interiores permitió repensar de nuevo los espacios y, en consecuencia, el estilo de vida. En la primera foto podemos ver una de las primeras etapas tras la demolición, donde se estaban empezando a construir las nuevas particiones, que con sus formas dirgirán las miradas y marcarán las circulaciones. Se levantan tabiques de ladrillo convencional, por su facilidad de uso, su economía y su posibilidad de crear formas curvas. El siguiente paso fue el enyesado y posterior revestimiento de estas superficies. En la segunda imagen, ya terminadas, podemos comprobar la evolución y los resultados. El blanco fue el color elegido como protagonista principal y con la siguiente imagen vamos a ver de qué manera.
Si pensábais que con los tabiques ya estaba todo hecho, aquí podéis daros cuenta de que no. El suelo ha sido sustituido por un pavimento claro y brillante y se han colocado nuevas luminarias empotradas en el falso techo. El objetivo principal era crear un espacio lo más amplio posible con mucha luminosidad, hecho que se logra a través de la paleta de colores claros que se emplean en las superficies y las piezas de mobiliario blanco. Se establece un agradable y cálido contraste con elementos más oscuros, como la alfombra gris, por ejemplo.
Si vemos la cocina anterior de la vivienda, podremos hacernos una idea de las malas condiciones en las que se encontraba: mal aspecto, instalaciones antiguas y vistas que podían resultar incluso peligrosas y materiales y mobiliario de mala calidad.
Ahora se ha convertido en algo totalmente diferente: un espacio abierto, luminoso y moderno, donde todo se encuentra perfectamente integrado. Se emplea también el color blanco, pero se contrasta con el negro de manera muy elegante. La iluminación, además de crear una atmósfera futurista, resulta muy práctica para dar luz a las superficies de trabajo. Se integra además una mesa que establece el uso de comedor. No se separa mediante tabiques, pero si nos fijamos, la altura del techo desciende y se diferencia del resto.
Si creíais que no podía haber nada peor, os equivocábais: el cuarto de baño también se encontraba en estado de ruina. Sanitarios poco prácticos, revestimientos degastados y un pavimento muy poco apropiado para este tipo de espacios.
Esta segunda imagen muestra un cuarto de baño totalmente diferente, donde la posición de cada una de las piezas optimiza el espacio. Se elimina la bañera y se coloca una ducha con mampara de vidrio, de manera que el espacio se ve más grande aunque no ha aumentado en metros cuadrados. Colores arena combinados con blanco de manera atractiva y moderna.
El dormitorio principal anterior llamaba la atención por la falta de luz y lo poco acogedor que resultaba. Un pavimento escogido con mal criterio, un rodapiés totalmente echado a perder y una carpintería incapaz de aislar climáticamente.
No parece posible conectar la anterior imagen con esta última. El dormitorio, después de las obras de renovación, se distingue por un estilo provenzal creado con colores sutiles en tonos tierra. La decoración es sencilla, pero eficaz ya que satisface necesidades sin recargar el ambiente.
Como hemos visto, una reforma bien planteada puede cambiar drásticamente el aspecto de nuestra casa.
Si te ha gustado este libro de ideas, te animamos a que consultes este otro proyecto de reforma en Oxford.
